2019

ROSARIO COMERCIAL

Desde hace 12 años hacemos con esfuerzo y dedicación este almanaque, que no es ni mas ni menos que un original y exclusivo regalo para nuestros clientes. El año 2018 (que al fin es pasado) ha sido un
año muy duro para quienes ejercemos una de las actividades mas antiguas del mundo.
Tanto los comerciantes como los empleados de comercio hemos sido golpeados por esta crisis.
En nuestro calendario 2019 intentamos rendir un homenaje a la actividad, con esta selección de fotos históricas de la ciudad de Rosario donde sobresalen los locales comerciales y propagandas publicitarios de distintas épocas y lugares emblemáticos de Rosario.

Feliz 2019.

CONCEPTO

CONCEPTO

La Real Academia Española define “almanaque” como el “registro o catálogo que comprende todos los días del año, distribuidos por meses, con datos astronómicos y noticias relativas a celebraciones y festividades religiosas y civiles”.

Rosario se la pone difícil a la RAE. Rosario no tiene fecha de fundación, ni acta notarial, tampoco piedra fundamental. No se puede reconocer a ningún conquistador español que haya desembarcado con sus hombres, levantar una fortaleza en nombre de su majestad y la santísima trinidad. Sin embargo se cree que el 27 de diciembre de 1689, después de almorzar, el capitán Luis Romero de Pineda , tomo posesión de cuatro leguas, hasta donde quisiera serian sus tierras desde el rio Paraná al este, el arroyo Ludueña (hoy) al norte y el arroyo Seco al sur. El capitán no tenia pretensiones de fundador. La historia lo reconoce como el primer poblador de Rosario y a todas luces un mercader. Treinta años después, Rosario tenia 300 habitantes en unos 50 ranchos , sin calles trazadas, solo una, la actual Buenos Aires, donde esta la catedral. A ese paisaje llego el comerciante y poeta Aragones Pedro Truella, el único alfabeto del poblerio que se ocupo de relatar la historia.

Cuando caiga la primera hoja de este almanaque, se cumplirán 200 años de un hecho poco conocido: el incendio de Rosario. Sitiado por las tropas del Brigadier Estanislao López -cuenta Horacio Vargas en su libro Desde el Rosario- el comandante del ejercito porteño Juan Ramón Balcarce antes de emprender la fuga decide incendiar la ciudad. Quemo 164 ranchos, solo se salvaron 16 casas y la capillita de la Virgen.

Con el paso del tiempo, y con la obsesión por sus orígenes lo que siguió fue que la legislatura provincial fijara una fecha, y fue 1725, por lo cual el “bicentenario” de Rosario se celebraría oficialmente el primer domingo de octubre. Vino el Presidente de la Nación, y la burguesía bailo en los salones del Jockey Club esa primavera de 1925.

Ya podemos observar los registros fotográficos, que no solo van revelando el paso de tiempo, sino las transformaciones de una ciudad verdaderamente hija de su esfuerzo. La potente inmigración europea, la radicación en barrios que sin saberlo anticiparían lo que un siglo después seria la “fiesta de colectividades”, hecho cultural –y por que no gastronómico—irreproducible en cualquier otra ciudad de la Argentina. En saladillo, por citar un ejemplo familiar, a lo largo de la calle Bustamante, como muchas otras, estaba “el resto del mundo” que llego a hacer la América, particularmente Rosario. En cien metros, Búlgaros, Lituanos, Yugoeslavos, Checoslovacos, Rusos, Ucranianos, armenios, polacos. Y que decir de otras barriadas; con la península Ibérica en todo su esplendor disputándose con los tanos la batuta de la ciudad. Ya en 1910 había 22 mil casas en el centro y alrededores, con calles recién trazadas. Y las mansiones de los primeros propietarios, los Comas sobre la barranca, Juan Canals, José Arijon en el sur, Nicolás Puccio en el norte. El crecimiento demográfico fue impresionante, comerciantes, artesanos, la ciudad del progreso esta ahí, forjándose, al compas del nuevo sistema portuarioferroviarios.

Según Vargas, el principal publicista de Rosario fue Estanislao Zeballos que escribió que “no es impropio comparar esta ciudad a una esponja por su poder de absorción”. Y se fundo la bolsa en la esquina de Corrientes y Córdoba, y florecieron los conventillos, glamorosos, comenzó a escribirse la historia de Pichincha y su mujeres, la mafia, lo burdeles, la “Chicago Argentina”.

Nunca fue fácil para Rosario. Sin embargo, ahí está, tan cerca y tan lejos de la Capital. Con esa impronta irrepetible en otros sitios, el rosarino es el elemento distintivo, nadie nacido en estas tierras dice ser otra cosa que rosarino. No es santafesino, no ocurre como con un riocuartense que se reconoce cordobés como uno nacido en la docta o en Marcos Juárez. Aquí estamos, en estas calles, en esta tierra sin fundador ni partida de nacimiento, librada a su suerte, la de su gente, los que vinieron, los que nacieron aquí, y aun de aquellos que la sufren como una ciudad de pobres corazones. Todo puede verse en las imágenes sobre todo si se sigue el consejo del mejor de todos los rosarinos “sin perder la ternura jamás”.

CONCEPTO

CONCEPTO

La Real Academia Española define “almanaque” como el “registro o catálogo que comprende todos los días del año, distribuidos por meses, con datos astronómicos y noticias relativas a celebraciones y festividades religiosas y civiles”.

Rosario se la pone difícil a la RAE. Rosario no tiene fecha de fundación, ni acta notarial, tampoco piedra fundamental. No se puede reconocer a ningún conquistador español que haya desembarcado con sus hombres, levantar una fortaleza en nombre de su majestad y la santísima trinidad. Sin embargo se cree que el 27 de diciembre de 1689, después de almorzar, el capitán Luis Romero de Pineda , tomo posesión de cuatro leguas, hasta donde quisiera serian sus tierras desde el rio Paraná al este, el arroyo Ludueña (hoy) al norte y el arroyo Seco al sur. El capitán no tenia pretensiones de fundador. La historia lo reconoce como el primer poblador de Rosario y a todas luces un mercader. Treinta años después, Rosario tenia 300 habitantes en unos 50 ranchos , sin calles trazadas, solo una, la actual Buenos Aires, donde esta la catedral. A ese paisaje llego el comerciante y poeta Aragones Pedro Truella, el único alfabeto del poblerio que se ocupo de relatar la historia.

Cuando caiga la primera hoja de este almanaque, se cumplirán 200 años de un hecho poco conocido: el incendio de Rosario. Sitiado por las tropas del Brigadier Estanislao López -cuenta Horacio Vargas en su libro Desde el Rosario- el comandante del ejercito porteño Juan Ramón Balcarce antes de emprender la fuga decide incendiar la ciudad. Quemo 164 ranchos, solo se salvaron 16 casas y la capillita de la Virgen.

Con el paso del tiempo, y con la obsesión por sus orígenes lo que siguió fue que la legislatura provincial fijara una fecha, y fue 1725, por lo cual el “bicentenario” de Rosario se celebraría oficialmente el primer domingo de octubre. Vino el Presidente de la Nación, y la burguesía bailo en los salones del Jockey Club esa primavera de 1925.

Ya podemos observar los registros fotográficos, que no solo van revelando el paso de tiempo, sino las transformaciones de una ciudad verdaderamente hija de su esfuerzo. La potente inmigración europea, la radicación en barrios que sin saberlo anticiparían lo que un siglo después seria la “fiesta de colectividades”, hecho cultural –y por que no gastronómico—irreproducible en cualquier otra ciudad de la Argentina. En saladillo, por citar un ejemplo familiar, a lo largo de la calle Bustamante, como muchas otras, estaba “el resto del mundo” que llego a hacer la América, particularmente Rosario. En cien metros, Búlgaros, Lituanos, Yugoeslavos, Checoslovacos, Rusos, Ucranianos, armenios, polacos. Y que decir de otras barriadas; con la península Ibérica en todo su esplendor disputándose con los tanos la batuta de la ciudad. Ya en 1910 había 22 mil casas en el centro y alrededores, con calles recién trazadas. Y las mansiones de los primeros propietarios, los Comas sobre la barranca, Juan Canals, José Arijon en el sur, Nicolás Puccio en el norte. El crecimiento demográfico fue impresionante, comerciantes, artesanos, la ciudad del progreso esta ahí, forjándose, al compas del nuevo sistema portuarioferroviarios.

Según Vargas, el principal publicista de Rosario fue Estanislao Zeballos que escribió que “no es impropio comparar esta ciudad a una esponja por su poder de absorción”. Y se fundo la bolsa en la esquina de Corrientes y Córdoba, y florecieron los conventillos, glamorosos, comenzó a escribirse la historia de Pichincha y su mujeres, la mafia, lo burdeles, la “Chicago Argentina”.

Nunca fue fácil para Rosario. Sin embargo, ahí está, tan cerca y tan lejos de la Capital. Con esa impronta irrepetible en otros sitios, el rosarino es el elemento distintivo, nadie nacido en estas tierras dice ser otra cosa que rosarino. No es santafesino, no ocurre como con un riocuartense que se reconoce cordobés como uno nacido en la docta o en Marcos Juárez. Aquí estamos, en estas calles, en esta tierra sin fundador ni partida de nacimiento, librada a su suerte, la de su gente, los que vinieron, los que nacieron aquí, y aun de aquellos que la sufren como una ciudad de pobres corazones. Todo puede verse en las imágenes sobre todo si se sigue el consejo del mejor de todos los rosarinos “sin perder la ternura jamás”.

HUELLAS DEL BARRIO

STAFF

STAFF

PRÓLOGO
Pablo Feldman


FUENTES / CONTENIDO
Archivos Fotográficos Museo histórico Provincial Museo de la Ciudad
Escuela Superior de Museología
Colección Chiavazza
Colección Puzzolo


COLABORACIÓN EN BAJADAS
Adrian Yodice
Buses Rosarinos
Revista Rosario. Su historia y su región

DISEÑO GRAFICO
Garage de Diseño


PRODUCCIÓN GENERAL
Luis BB Gindre

VIDEO & EDICIÓN
FREEDOM adv Publicidad y servicios

PRODUCCIÓN EJECUTIVA
Octavio Moscato
Marcos Moscato
Diego Moscato

 

Team MOSCATO
Lorena Moscato
Lucas Caruso
Migueas Espergues
Ricardo Espergues
Manuel Fleita
Fabio Foca
Sebastian Melgar
Germám Rembado

AGRADECIMIENTOS

AGRADECIMIENTOS

Federación Gremial – FECOI

Asociación Empresaria Rosario – AER

Asociación Empleados de Comercio

Municipalidad de Rosario

Paula Scaglione

Diseñadora gráfica e ilustradora rosarina.

 

Fue docente en la carrera de Diseño gráfico en el Instituto de Comunicación Visual de Rosario.

 

En sus trabajos experimenta con materialidades diversas y el cruce entre diseño, ilustración y cerámica.

PILAR SÁNCHEZ GRANEL

Es una ilustradora independiente nacida en Rosario.

 

Estudió Bellas Artes en la Facultad de Humanidades y Artes de la Universidad Nacional de Rosario.

 

Actualmente se dedica a la ilustración trabajando sus producciones con materiales como témpera, lápices de colores y acrílico y a la docencia.

LUZ PREUMAYR

Ilustradora y diseñadora gráfica.

Se formó en el Instituto de Comunicación Visual de Rosario.

 

Con el tiempo aprendió a desenvolverse como pintora, muralista y diseñadora de estampas.

 

Le gusta hablar de naturaleza en sus imágenes.

 

Vive y trabaja en Rosario y no puede pasar un día sin tomar mate.

CRISTINA PEREZ

Es docente e investigadora de la Facultad de Humanidades y Artes de la Universidad Nacional de Rosario.

 

Dibujante y diseñadora de trapos.

 

Dibuja y cose.

Claudia Marting

Se formó en artes visuales, escénicas y teatro popular.

 

Su trabajo se liga al hacer social y colectivo más que a la producción individual.

 

Desde el arte y la cultura lucha por la memoria, la verdad y la justicia. Indaga en el universo femenino y reivindica las palabras en desuso, por eso, también escribe.

IRENE MACERA

Es dibujante de la ciudad de Rosario.

 

Dibuja sobre todo mujeres en actividad mínima y reposo, aunque en la actualidad, explora el movimiento con acrílico o fibras.

 

Asimismo, se encuentra publicando Multiplicada una novela gráfica en el periódico ilustrado femiñetas.

Flor Garat

Es diseñadora gráfica, artista visual y docente en formación profesional en el área diseño.

 

En su obra trabaja con diferentes materialidades explorando el universo de la palabra, como el de la imagen y la manufactura.

 

Además es diseñadora y productora de Mundo Argentino.

Carla Colombo

Es Licenciada y profesora en Bellas Artes de la UNR.

 

Vive y trabaja en Rosario. Participa en exposiciones colectivas e individuales.

 

Fue seleccionada para el Salón Nacional de Rosario y el Salón de Mayo de Santa Fe.

Ganó la Beca del Fondo Nacional de las Artes.

Además de su obra gráfica y pictórica, es música en Perro Fantasma y Densha Gogó.

Evelyna Callegari

Estudió Publicidad en el ISET Nº 18 y Bellas Artes en la UNR.

 

Realiza ilustraciones digitales que publica desde 2007 en revistas (Vanidades, Para ti, Cosmopolitan, Revista luz, Oh lalá!, La Nación, L’Officiel Argentina) y una serie de collages con revistas de moda, papeles de viajes, stickers y elementos del mundo de la indumentaria.

MELINA CABIANCA

Es artista, rosarina, del barrio de Arroyito.

 

Compone su obra a través de personas y personajes por los que se siente atraída.

 

Con su trabajo intenta deconstruir situaciones con las que se identifica, se conmueve o de algún modo se siente interpelada.

LAURA BITAR

Estudió Artes Visuales en la ciudad de Rosario.

 

Coordina clases de pintura y dibujo.

 

Trabajó durante muchos años para distintas empresas en el área de diseño gráfico y actualmente se dedica a hacer lo que más le gusta: ilustrar para marcas, proyectos propios y particulares.

Flor Balestra

Dibujante, diseñadora, productora rosarina.

Egresada de Bellas Artes de la Universidad Nacional de Rosario.

Creadora y gestora durante diez años de Cultura Pasajera en el Pasaje PAN. Fue subsecretaria de Cultura y Educación de la Municipalidad de Rosario (2008/2011).

Actualmente dirige el Teatro Astengo y nunca deja de dibujar.